miércoles, 18 de junio de 2014

MONARQUIA O REPÚBLICA.

   En estos dias revueltos de fiebre efervercente resurje con inusitda fuerza un clamor por el lícito cambio en la jefatura del Estado.  Nunca me he considerado moárquico,entre otras cosas por que sería contra natura dado que los reyes y reinados desaparecieron de la piel de toro demasiado tiempo ha; no obstante,y llegado este, el cambio representa unos peligros que la propia historia no recuerda con demasiada premura.  Ya decía Ortega "hay de aquellos pueblos que ignoren su historia", y la nuestra se empecina en indicarnos que la polarización de una sociedad como la nuestra nos arrastraría con funestos resultados.  Si la cuestión es monarquía o república ¿porqué habremos de elegir? Y si elegimos porque nos tenemos que decantar por una República que contentaría a una parte --- aunque sea amplia --- de la sociedad alterando a la otra.
   No somos un pueblo que acepte de buen grado los consensos,aunque estos sean amplios; y sí,por contra,nos contentamos con las imposiciones o al menos las aceptamos como mal menor habiendo pagado un alto precio  en el camino.  Y esto mismo es extrapolable a la cuestión catalana.   Lo importante,lo verdaderamente importante es el resultado obtenido,es decir, poco importan quien ostente la jefatura de un estado si los logros obtenidos por el conjunto de un pais o nacion sean beneficiosos; por contra,si lo que tenemos es un gobierno desastroso poco importa el sistema que encabece el Estado.
   Resulta logico tambien que se consulte al pueblo como muchas voces lo recalcan estos dias,pero ¿tenemos que realizar consultas en cuanto se junten unos cientos de miles de personas?
     Todo es lícito sí,pero no por ello resulta adecuado.   El bienestar de muchos o de casi todos debe estar por encima de las ansias de nos pocos y si estos pocos encima son demasiado pocos pues...
   Tenemos demasiados problemas de dificil solución como para estar gastando energías en cuestiones baladís.

martes, 10 de junio de 2014

LA CUESTION.SOBERANISTA Y OTROS DESAFIOS.


  La desaforada sucesión de acontecimientos que vive el pais no deja lugar a la indiferencia salvo a aquellos que ya están muy por encima del bien y del mal; la irrupción de "Podemos" , la cuestión Soberanista o la interminble ristra de corrupciones varias hace imposible la relajación y el aburriminto.  Para mas inri a esto hay que añadirle la abdicación del Rey, el salto a la actualidad de la conveniencia de la República o la cuestión interminable de los Aforados que contempla el ordenamiento político que gozamos.
   A fuer de ser sincero, el tema de la República es el menos preocupante entre otras cosas porque al mísero mortal lo que le interesa no es quien maneja el collar sino lo prieto que este esté.  Mientras no llegue al Poder o al menor su roce sea muy inmediato de posicionamientos extremos como el que sugiere la formación "Podemos" los habitos,usos y construmbres de "Las Castas" seguiran manejando el cotarro a su antojo y ya sea el Rey ya el Presidente de la República no tendrán mas remedio que apechugar con lo que surja salvo que se salten el ordenamiento constitucional que,dicho sea de paso, es el que los mantiene en su estatus. 
   El tema soberanista es de mas profundo calado; y lo es porque influyen demasiadas variables que hacen que su solucción no resulte del todo satisfactoria.  En un pais normal el tema se solucionaría con la aplicación de la Ley, en este caso de la Constitución vigente,pero esto traería consigo duros y agrios enfrentamientos que volverían a contraer una vez mas la economía,haría cuasi irrespirable el ambiente socio-político y en este clima revuelto saldrían otras revindicaciones de la misma o parecida índole.  El panorama que se divisa no resulta alentador para nada ni nadie amén de aquellos que suelen pescar en aguas revueltas y tumultuosas.
   La solucción no es,por tanto, fácil pero no por ello irresoluta; cuanto antes se enfrente antes se conseguirá que todo vuelva a su cauce.  Algunos se preguntarán ¿que hacer?
  Bien.  Lo primero es reforzar el papel constitucional de todos los pasos a dar; para ello se informará convenientemente al pais de lo que representa el desafío de los independentistas; realizar una consulta que abarque a todo el pais. Intervenir aquellos gobiernos que no acaten la Constitución  y devolver su gobierno a aquellos partidos que juren o prometan acatar el orden constitucional vigente.  Todo lo demas resulta baladí.