martes, 17 de agosto de 2010

Mario Conde


Mario Conde me sale hasta en la sopa; he colocado una de esas alertas que Google tan sabiamente facilita y,cuando surge alguna noticia relacionada,salta la dichosa alarma y ¡Zas! ya la tengo en mi correo. La consecuencia mas inmediata es que Mario Conde pareciera que se multiplicase; Mario Conde por aquí,Mario Conde por allá; bien,lo cierto es que este personaje ya pasó a ser un simple mortal para convertirse en adjetivo. Y la cosa tiene su aquél. Se le pone como adjetivo para las mas variopintas de las cuestiones;unas veces como detractor y otras las menos como ejemplo.
Es claro que los que participamos en su excelente blog no escribimos lo suficiente,fuera del mismo,para que surjan en mis alertas las subsiguientes coletillas de Mario Conde por aquí y por acullá.
No obstante,lo mas sorprendente es que la gran mayoría tiende a insuflar en sus comentarios zafias reprimendas y vocingleros insultos;bien,el personaje esta ampliamente vacunado para soportarlo,otra cosa bien distinta son la de aquellos que no gozamos de tan genial venia; aun a riesgo de sufrir una reprimenda,no solemos en tales casos de seguir al pie de la letra sus consejos y su buen estar;pero el caso es que somos de una pasta que nos hace salir disparados como una saeta nerviosa hacia la yugular del otro.
La palabra no es la cosa,nos diria Mario Conde;pues si,no es la cosa pero se parece bastante a ella. En fin,seguire ensayando esto de la paciencia y el contar despacio hasta tres mil antes de disparar.

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