Cuando se analiza la situación económica actual,ya sea desde planos afectivos o basados en rigurosos análisis económicos,surjen u buen sinfín de causas,todas ellas,razonadas o razonables;y utilizo el plural porque logicamente no existe una sola causa sino más bien fue la suma de una serie de acciones o innaciones lo que condujo a este pais a la situación presente.
Nuestra crisis inmobiliaria viene precedida de una miopía política incapaz de poner freno a los desmanes cometidos por los poderes municipales que vieron en él,no solo una fuente casi inagotable de riqueza municipal sino también particular,la base en la cual afianzar un poder onnimodo sobre el rival al fortalecer los aparatos de los patidos y,consecuentemente,sus finanzas privadas. Esta riqueza vino acompasada por una rebaja de tipos de interes nunca antes conocida y una inyección de dinero externo como nunca antes se había vivido,no solo en España,sino en Europa y Usa.
Los culpables son conocidos pero las culpas son a repartir ecuanimemente;tenemos culpa de tener una legislación laboral heredada del franquismo, unas instituciones sobredimensionadas, una justicia ineficaz, unos políticos analfabetos, y una ciudadanía que se creyo que esto no tenía fín. Pero lo tiene.
Caray si lo tiene,
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