sábado, 4 de septiembre de 2010

La Tercera España,y 2


Bueno ya sabeis como funciona esto;de arriba a abajo,con lo cual cuando abrimos el blog y nos encontramos con un artículo numerado ya sabemos que viene precedido de uno anterior. Esto a mi me causa cierto desasosiego pues no me resisto y leo el último no vaya a ser que sea un bodrio y así me quiero ahorrar el tostón;como la tentación y la curiosidad se sirve en pequeñas dosis,al final acabo leyéndolo todo sea tostón o no; son esos ínfimos peajes que suelo pagar a lo largo del dia.
Al grano,uno de los efectos que aquellas actitudes nos pueden acarrear son que la sociedad que formamos y conformamos pierda la razón como argumento y,consecuentemente, la explicación como instrumento, los programas como estrategia y la confrontación como debate. Por contra,vemos con cierta no disimulada contrariedad como los sentimientos personales o partidistas, las consignas de parte, la bronca esteril y el espectáculo mediático se adueñan del panorama hasta caer en la trifulca tabernaria. Tal vez todo esto sea válido desde un punto de vista que prime los resultados electorales, pero se pierden los paises o se desangra a toda una sociedad como colectivo; cuando no, sirven de abono propiciatorio en el que crece robusta la apatía,el descontento y la desidia pertinaz. Porque lo cierto es que aunque se conozcan los resultdos de las encuestas sobre el pensamiento que se tienen sobre los políticos,estos,a fuer de incomprensible,desatienden una y otra vez, estos flagrantes datos mas que evidentes. Y así nos vá. A todos.
Al fin y a la postre,la política es un quehacer que nos invade nuestro cuerpo social y por lo tanto no somo inmunes a sus efectos. O defectos,que para el caso tanto monta.

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