La susodicha concesión le fue otorgada en los años 50 a base de repartir "palos" y "ostias" por doquier. Cuenta cierta leyenda que fue una verdadera batalla contra la dictadura franquista muy proclive como muchos sabemos a repartir caña con demasiada celeridad.
Crecí viendo todos los dias la susodicha fábrica -no tenía mas remedio,la tenía practicamente enfrente- y soporté un dia sí y otro también su pestilente olor nauseabundo. En aquellos dias poca o nula importancia se le daba a cuestiones como la salud de los alimentos,y mucho menos a cualquiera otra cuestión como el medio ambiente o la conservación de los espacios maritimo-terrestres. Lo cierto es que cada dia salían ingentes cantidades de berberechos y almejas que se distribuian sin apenas control alguno; mientras la planta iba enterrando sus pócimas infestas de metales pesados por todos los arenales repletos de vida.
Este tipo de desastres medio ambientales suelen pasar soterrados por buena parte de la ciudadanía que se vé incapaz de poder tasar los daños irreparables que ello conlleva; y esto suele ser así en buena parte del planeta,no es algo intrínsecamente español. Lo que sí ya afecta directamente es la posición de la empresa que se niega una y otra vez a tener que avandonar su ubicación cumplido el susodicho plazo. Supongo que confían en ese tipo de movimientos en los que se suelen mover los grandes grupos financieros y ciertos tipejos llamados políticos. De hecho existe una pequeña esperanza para que desde el PP se modifique la Ley que ampara las concesiones a punto de finalizar.
Bueno tal vez les funcione. Pero ostias,lo que se dice ostias habra. Por doquier. Supongo que para todos.
Y sí, no les saldrá tan barato esta vez. Asi que el grito de FORA ENCE cobra cada vez mas fuerza.
Salud a todos.
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