viernes, 23 de diciembre de 2011

A Pedro Martinez.

‘Muerte al Estado y viva la anarquía’.   Este era el deseo a manera de epitafio de Pedro antes de morir.  Es de suponer que sabía que vencer su cruel enfermedad no era posible mantenerle con vida pero como bien señala en la entrevista concedida antes de su muerte “Cuando ya no puedes valerte por ti mismo no es una vida digna”.  Pedro tenía esa cruel enfermedad denominada ELA  que lo imposibilitaba para vivir a cada minuto de su existencia futura.   Supo gozar de la vida y coleccionó un gran grupo de amigos hasta el final que lo apoyaron en su decisión. Una decisón que muchos queremos y deseamos si al final nos vemos en la misma o parecidas circunstancias.  Pues esta es nuestra meta.  Nuestra vida nos compele tan solo a nosotros y negamos al Estado el papel de tutela para garantizar incluso nuestra agonía.  El sostenimiento de la vida artificialmente no debe representar un sufrimiento, no al menos para aquellas personas que de forma clara y tajante así lo manifiestan. Todo lo demas no son mas que ganas de mezclar la supuesta humanidad en aras de no se sabe que inteligencia.  
     Cuesta creer los denodados esfuerzos de algunos entes,incluso de personas a título personal,para oponerse no solo a enfermos terminales,a asociaciones que defienden a aquellos, e incluso a familias que ven, y sufren, los deterioros de una enfermedad terminal.  Y,no obstante, persisten en el empeño de criminalizarlo todo.  A enfermos,a familias,o a asociaciones que luchan por que la eutanasia sea un derecho de aquellos que libremente optan por tal actitud.   Y es que el final de una persona debe ser un acto de total libertad.
     Personas como Pedro Martinez merecen todo nuestro respeto  y admiración.
     Descanse en Paz.

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