No es que sea demasiado revoluconario;de hecho soy mas proclive a revolucionar las conciencias que a la propia sociedad tomada como masa,a la manera Orteguina,pero lo que si me resulta muy gratificante es ver a la juventud francesa salir a la calle durante el ultimo mes reivindicando un no se sabe qué. Porque al fin y a la postre la juventud verá eso de las pensiones como algo demasiado lejano y,empero,ahí están. Debe ser algo,lo de protestar,que los franceses llevan en la sangre y,aquí,llevamos aquello de la critica. Claro que este comportamiento es un tanto cobarde y cómodo; se puede hacer desde una pantalla de ordenador o acomodado a la barra de un bar.Lo de salir a la calle adoquín en ristre es algo demasiado peligroso y ademas siempre son tareas que dejamos para los demas. Pero es que en este pais se nos dice que en algunas zonas el paro entre los jovenes alcanza el 40 %. Tamaña barbaridad lleva pareja dos componentes o que es mentira o que nuestros jovenes con gilipollas. Bueno hay una tercera pero que vá añadida a la segunda premisa,que sus padres también lo sean.
No quiero incitar hacia la construcción de barricadas pero algo se tiene que mover para que esta sociedad no se amodorre esperando que pase un algo indefinido y que los saque de esta modorra innane.
Y de otro lado,resulta cuando menos sobresaliente que todos damos por buenas las causas que se nos dicen sobre la crisis que estamos sufriendo y que,segun las ultimas noticias,todavía debemos esperar otro año para que sus efectos comiencen a desaparecer. No sé si el paro juvenil va a seguir en ese lúgubre 40 % pero dado el comportamiento de esos parados tampoco debemos esperar mucho mas si esa cifra aumenta. Lo que si es cierto es que cuando tengan 65 años se tirarán de los pocos pelos que les quede. Pero tranquilos que yo ya estaré criando malvas.
















