Esta siglas han cobrado estos dias una especial relevancia debido a ciertos deberes autoimpuestos. Así,hemos retomado el importante estudio del Premo Nobel de 1999 R. Mundell y que es considerado el padre del Euro. Una moneda que,tras su puesta de largo en 2002,vive sus primeras convulsiones cuando no cierta controversia; por eso,o debido a ello,aquí quedan algunas consideraciones.
Desde los inicios de la moneda única se viene considerando a R.Mundell como el padre que sustentó, con su fundamento teórico, la implantación del Euro. Su trabajo de 1961 titulado "Una Teoría de las Zonas Monetarias Óptimas", contiene en sus escasas nueve páginas lo que hoy conocemos como una de las monedas de referencia a nivel mundial. Quiero hacer hincapie en esto,pues Mundell consideraba que,junto al Yen y el Dolar,el Euro aportaría cierta estabilidad cambiaria al sistema financiero y,por ende,al economico.
Pero que es una Zona Monetaria Optima y,acaso,debemos preguntarnos mas concisamente ¿es la Unión Económica y Monetaria Europea una Zona Monetaria Optima?
A.Brociner nos aclara que la Zona Monetaria Optima (ZMO) es un espacio económico donde los factores de producción son suficientemente móviles para realizar un ajuste en caso de choque asimétrico.Por contra,continua,en caso de que una región o pais es afectado de forma asimétrica por un choque y si los factores de producción --capital y trabajo-- no son suficientemente móviles otra forma de ajuste, como lo es el tipo de cambio, deberá ser utilizada.
Para puntualizar u poco mas debería quedar reflejado de forma nítida la existencia de dos criterios distintos para definir lo que representa una ZMO. El primero de ellos,conocido como tradicional,se basa en la movilidad de los factores de producción y en el coheficiente de apertura de los paises que conforman dicho espacio. A este respecto el concepto de movilidad, que es una de las bases fundamentales en que se apoyaba Mundell en su estudio,queda claramente inutilizado dentro de la CEE. Sabido es que la movilidad dentro de la UE se encuentra en los niveles de hace 20 años o mas; por lo que esta pata fundamental queda descartada. Consecuentemente y a la luz de los criterios señalados por Mundell la Unión Económica y Monetaria europea no puede ser considerada una ZMO.
Ignoro si J.J.R.Calaza basó sus argumentos en esta hipótesis ya que no he tenido oportunidad de leer su libro,si bien no descarto que no andaría muy lejos.
Para continuar con nuestro análisis y para ser un tanto taxativos deberemos abordar otras cuestiones de no menos calado. El hecho de que no reuna las condiciones requeridas no es razón suficiente para ser descartada;así hay otros autores que aportan interesantes perspectivas. R. Mckinnon considera que los factores de producción entre los paises que forman una unión monetaria es menos importante que su grado de apertura. Por razones de espacio no vamos a desarrollar su criterio;pero es sumamente interesante,sobre todo, en contraposición a lo reseñado por Mendell.
Anteriormente habíamos reseñado la existencia de dos criterios distintos para definir la ZMO. La segunda de estas es conocida por criterio actual frente a la primera que habíamos llamado tradicional.
Pues bien,H.Bourginat entre otros cree necesario que para formar una unión monetaria es necesario que los paises miembros tuvieran preferencias nacionales comunes en aspectos tales como tasa de inflacción,productividad y salarios reales; sin estos elementos y de un consenso en lo relativo a lo expuesto sería dificil sino imposible la adopción de una moneda única. Este mismo enfoque lo encontramos en Cooper para quien la unión monetaria es antes que nada un bien colectivo y que debe anteponerse a los intereses particulares de cada pais. Este es un punto que personalmente considero fundamental y en el que he basado mi punto de vista. En este y en otro que considero fundamental: la exigencia social histórica. No ignoro que la economía poco o nada tiene que ver con la moral,con la ética o con lo politicamente correcto;pero tampoco se debe despreciar el factor humano,la sensibilidad del momento histórico. Claro que este punto de vista ya fue desechado por varios autores al no tener relación directa pero,¿y si la tuviese?
El criterio tradicional,ya para concluir, pone de manifiesto lo que sería ideal,osea lo óptimo, pero bien sabemos que la realidad suele chocar demasiadas veces con aquella.
No voy a desarrollar aquí las distintas alternativas que se deberían afrontar si se produjeran choques simétricos dentro de la CEE, (entre otras cosas porque resulta demasiado evidente). Empero, la dificultad estriba en los choques asimétricos debido sobre todo a la composición tan poco homogenea dentro de la CEE. y a la descartada devaluación subsiguiente. Que nos queda. Productividad y salarios. En eso estamos.
¿O no?.
2 comentarios:
Esto que ha escrito usted, querido amigo, es un cortaypego de Google que introduce más confusión que claridad en el debate. Disculpe pero creo que se trata de un refrito sin profundidad analítica ni valor predictivo alguno. Sus buenas intenciones resultan, a la postre, perjudiciales toda vez que contribuyen a enrarecer algo que de por sí ya sufre demasiado ruido empírico (white noise). Lo siento, pero alguien tiene que decírselo: no sabe usted de lo que habla. La ciencia económica no se adquiere en un fin de semana recurriendo a Wikipedia, son necesarios muchos años de estudio y reflexión. Esto es como el torear, no basta poner buena voluntad.
Una Zona Monetaria Optima en Europa no la constituiría hoy día más de cinco paises, el resto sobran.
Juan José R. Calaza
En eso que manifiesta estoy deacuerdo;podría hacer alguna salvedad pero no influiría,sobremanera,en lo expuesto por vd. Siempre se agradece y se aprende.
Esto de ir a marchar forzadas tiene su aquel.
Saludos cordiales
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