Arrollado por una Locomotora.

   He sido arrollado por una locomotora; pero no era una de esas pesadas maquinas repletas de ingrávida belleza  que suelen alimentar mis sueños al tiempo que auyentan la melancolía, sino  mas bien de una locomotora repleta de conocimientos,de sapiencia y de cierta dosis de conmiseración hacia alguien que suele desconocer lo mucho e ignora casi todo.
    Muchas veces,casi siempre, solemos hablar o escribir de cosas,hechos u opiniones que llegan a nosotros de sopetón,como un torrente desenfrenado pero no por ello ausentes de intención.  Ese choque incruento y por lo tanto espectoral fuerza en nosotros un apunte que pronto lo hacemos opinión,lo hacemos nuestro como hacemos nuestra una margarita que gracilmente flota en un jardin, sin mostrar ni un pequeño ápice por su verosimilitud,ni por su ignota fuente o intención.  Porque,nótese señores, que la mayoría de las noticias que hasta nosotros llegan vienen con el morral a cuestas repletas de ignominia o,cuando menos de una tercera o cuarta intención que la mayoría de las veces o no queremos ver o,en el peor de los casos,no deseamos aprehender entre nuestro raciocinio.  Osea,queremos,deseamos,necesitamos que sea verdad.
   Unas veces porque va bien con nuestro entorno mental,otras porque el personaje,cosa o entidad encaja con nuestras preferencias; las mas de las veces porque carecemos de la valentía para enfrentarnos con esa otra verdad que se esconde en lo que NOS dicen.
   Bueno, pues toda esta perorata para decir que fui arrollado por el señor Calaza, Don Jose; arrollado por sus argumentos,por sus conocimientos de muchas cosas que permanecían ocultas para mi,y por su humanidad desbordante.
   Desde aquí mi tributo hacia su persona y su obra.  Y espero que algún dia le pueda llamar "pepin". Todo un privilegio.
   Muchas Gracias Don Jose.