Nuestra literatura está plagada de citas históricas,relevantes y muy definitorias de todo aqueello que queremos o deseamos resaltar; es como un sello papal que certifica nuestros asertos cargándolos de una inmácula protesis de rigurosidad. La venta a una sociedad de riesgo de la firma de tasación Tinsa que estaba en manos de la CECA por 100 millones de euros saca a las Cajas de Ahorros un instrumento que jamas se le debio de permitir. Es como dejar al lobo al cuidado del rebaño. Hay que tener presente que este dictamen o informe es preceptivo para toda operación hipotecaria y,por lo tanto,un nuevo gasto a añadir al coste de la operación;y lo que es más grave no permitian acudir a ninguna otra,digamos de la competencia;lo que es lo mismo te chupaban la sangre tambien por aquí.
Pero esto que parece perogrullesco suele acontecer con demasiada frecuencia en nuestro pais; de vez en cuando la opinión pública toma constancia de casos tales y comienza a despotricar no solo contra la función de los organismos sino también contra cualquier institución.
En este caso era flagrante el daño que se estaba haciendo al mercado de la vivienda y,por tanto,al consumidor,de la manipulación que esta agencia realizaba a los dictados de las citadas Cajas,esto es de sus dueños. No resulta extraño por tanto que sus "valoraciones" se ajustasen a los designios de sus patronos. La relevancia de estos hechos debio,en su tiempo,haber motivado una profunda investigación por parte de Economía;también de Defensa de la Competencia y de las organizaciones de Defensa del Consumidor. Claro que no es presumible que la denuncia de estos hechos llegase a buen puerto pero,al menos,daría el mensaje de que la mujer del Cesar no solo tiene que ser honesta sino ademas parecerlo; y de que la independencia también en la economía es un bien a preservar. Como la honestidad.
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