Hace unos dias me preguntaron sobre el retraso por parte del Gobierno en presentar el Proyecto de Ley sobre Libertad Religiosa; a casi nadie se le escapa que este tema fue tratado el pasado verano durante la visita de ZP al Vaticano y,no nos habríamos enterado sino fuese por el desliz del Papa al equiparar la situación actual de nuestro pais con la vivida en el año 36; esto sentó bastante mal en el Gobierno y ese malestar fue desvelando algunos entresijos de aquella negociación. Pues bien,decía que a raiz de aquella pregunta tuve que acudir a mis viejos apuntes y encontré este que es muy significativo y que aporta algo de luz en estos momentos y a raiz de la preparación de la citada Ley; así nos encontramos que la Declaración “Dignitatis humanae” del Concilio Vaticano II, proclama solemnemente en la sesión IX, del 7 de diciembre de 1965, que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa y que este derecho se debe reconocer en el ordenamiento jurídico de la sociedad de forma que se convierta en un derecho civil, añadiendo que la libertad o inmunidad de coacción en lo religioso que compete a las personas individualmente consideradas se les debe reconocer también cuando actúan en común. Eran evidentemente otros tiempos y otras visiones; el denominado Vaticano II dio algunas esperanzas a muchos de que la Iglesia caminaba hacia unos derroteros mucho mas repletos de libertad,donde el hombre se situaba en el centro de sus preocupaciones y todo lo demas,lo espiritual,por ejemplo,pasaba a un segundo plano,importante sí,pero a un segunto término. Como se puede facilmente comprobar este Papay esta Iglesia ni camina por esos derroteros,ni se vislumbra pasos significativos que indiquen que la Iglesia sea cada vez mas humana. Osea,mas de lo mismo y a esperar que una nueva camada de Cardenales tengan a bien contemplar al mundo "real" como lo que realmente es: Es de hombres (y mujeres claro). Esto último lo tienen más dificil.
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