lunes, 8 de noviembre de 2010

Gregorio VII

   Mucho se ha hablado estos dias de la Iglesia,del Papa y de otros temas como la Democracia en la Iglesia Católica o el papel de la Mujer dentro de la misma.   Pero pocas veces tenemos en la historia un punto de arranque que nos aclara decididamente gran parte de estas espinosas cuestiones que,mil años despues,tanta controversia concitan.
Hildebrando Aldobrandeschi es elegido como el  Papa Gregorio VII.    No vamos a ceñirnos a todas las vicesitudes,multiples, que asolaban a aquel período de la historia del siglo X,convulsa y ciertamente conflictiva, pero nuestro personaje es elegido por aclamación popular pero aquella decisión se vio respaldada  por la consagración episcopal unos meses mas tarde.  Lo mas importante y transcendente, y que todavía hoy persisten sus efectos, y a eso nos referíamos,fue sin duda a la publicación de unos axiomas contenidos en lo que se conoce como:Dictatus papae.  Dentro de estos se encuentran tres que son los de suma importancia a lo expuesto:
1. El papa es señor absoluto de la Iglesia, estando por encima de los fieles, los clérigos y los obispos, pero también de las Iglesias locales, regionales y nacionales, y por encima también de los concilios.
2. El papa es señor supremo del mundo, todos le deben sometimiento incluidos los príncipes, los reyes y el propio emperador.
3. La Iglesia romana no erró ni errará jamás.
   Espero que esto sirva a algunos para comprender un poco mejor por donde camina la Iglesia Católica y el porque.
   En cuanto a la Mujer. Aquí tendremos que retrotraernos al Código de Derecho canónico, TÍTULO VI DEL ORDEN (Cann. 1008 – 1054)
  • CAPÍTULO II DE LOS ORDENANDOS.  Artículo 1024.  Dice así:
  •    Solo el varón bautizado recibe válidamente la Sagrada ordenación.
  •   Solo permitirme una pequeña puntualización a lo hasta aquí expuesto.  Los cambios dentro de la Iglesia Católica se pueden producir.  Claro es que ello no es materia baladí pero tampoco imposible.  Una interpretación mas acorde con los principios del hombre y de las sociedades actuales pueden dar paso a que aquellos cambios se produzcan. El papel y la fuerza que la mujer ejerza dentro de esta será fundamental; al fin y al cabo,sin estas el papel de la Iglesia católica se desvanece en nuestras sociedades actuales.
      A ellas compele; y los cambios no deben estar muy lejos.  Eso sí,con otro Benedicto. 

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